Própositos y desprópositos 2014

Año nuevo, la misma vida…

Ese es el lema para la mayoría, conjugaciones astrales aparte: Urano cambia, Jupiter cambia, Saturno se queda y yo con las mismas ideas, las mismas metas que son cambiar de trabajo, ir al gimnasio, yo que creía ser original.

Supersticiones aparte, 2014 será lo que queramos que sea, salvo excepciones, estoy cansado de ese optimismo pueril proveniente de libros tipo «el secreto», no señora Byrne, estar en el paro en España, no es una idea buscada y fantaseada. Aquí podemos elegir ser verdugos, pero no me gusta, también por miedo, no sabemos cuando la señora de la Justicia se quitará la venda y nos mirará, se cobrará las facturas, eso de albañiles con un BMW, claro como si solo los que nos han estafado vía banca, tuvieran derecho a ellos…
Sé que es difícil pensar en justicia en tiempos actuales, con una clase política que si no es corrupta, mira hacia otro lado, como si no pasara nada, donde las leyes no se hacen para las personas sino para entes, ¿quién dijo que los fantasmas no existen si legislamos para ellos?

Pero retomando el hilo, si tuviera que cuantificar creo que el 80% de las cosas que nos pasan, son porque las elegimos de una forma u otra, desde el momento en el que vivimos porque queremos, hacemos lo que queremos hacer (con sus salvedades como he puesto anteriormente), así que mis propósitos para este año es ser consciente de que hago lo que quiero hacer en la mayoría de los casos, así que tengo dos opciones, cambiarlo o dejarlo estar, lo que no vale es quejarse.

Por su puesto, repito: hay excepciones leyendo el twitter de Juanjo Campos, vemos como una mujer es abandonada en una residencia, puede que la señora en cuestión haya sido Cruela de Vil, la Reina de Corazones pero también puede que lo que haya sea una cosa que se parió, algo así no puede darse a luz, y ya… ¿tiene esa mujer lo que quiere? No y poco puedes hacer, por eso hay cosas que deben garantizarse y para eso están los gobiernos, salvo este que nos gobierna claro.

Por lo que además de las quejas, quiero empatía y humildad, cosa que me falta a espuertas sobre todo lo último. Empatía para entender el sufrimiento ajeno y humilidad para aceptar que no puedo cambiar muchas cosas y que de todo el mundo podemos aprender algo.

Así que para este despróposito de año que se plantea por delante, lo que quiero es: Menos quejas, más empatía y más humildad.  Lo de un cuerpo 10, un marido que me mantenga… lo dejaremos por si ocurre, pero lo veo complicado, lo primero porque si sigo siendo ovolacto vegetariano me seguiré hartando a dulces y lo del marido, me he rendido, trás mi ultima experiencia con la que sigo coleando, me doy cuenta que soy muy complicado de llevar 🙂