Remodelaciones de canciones para su uso publicitario

La publicidad es algo que me fascina como ya puse con el anuncio de Ferrero Rocher, ahora he visto que dos compañías de seguros utilizan canciones conocidas para sus anuncios.

Por un lado Mutua Seguros utiliza la canción de Amy Winehouse (una de mis cantantes fetiche), otra Pelayo, el ni tú ni nadie, de otras de mis cantantes de cabecera Alaska, ahora con Fangoria.

Realmente creo que hacer divertido algo como pueda ser el sector seguros es complicado y esto es un buen intento, aunque sinceramente, el seleccionador nacional, no lo veo yo como muy divertido y creo que es donde Pelayo falla, por no hablar de que el fútbol no me interesa en absoluto.

De todas formas, echo en falta propuestas más arriesgadas en la publicidad actual, porque creo que lo políticamente correcto, se está comiendo este sector y que gracias a internet está empezando unas nuevas ideas, pero que surgen probablemente de lo espontáneo y casual, que de unas grandes corporaciones publicitarias.

Cielo meláncolico

Hacía tiempo que no escuchaba una canción, que me llegará tan dentro, que me recordaba lo bonito que puede llegar a ser el dolor tranquilo, de como nos inunda y nos traslada a un momento donde la mezcla del amor que lo produjo y pérdida actual se funden, para dar luegar a un entendimiento superior. El dolor sana, que cuando lo sacas florece y tras eso, se funde como los cerezos en flor, azotados por el viento.

El dolor, está asociado al amor, son indisolubles y dos caras de una moneda, de una moneda antigua y valiosa. El sufrimiento sería la moneda falsa, lo que creamos en nuestra mente, por traumas, posiblemente infantiles y que nos lleva al desasosiego, que nos desgarra  y cuando lo hace nos astilla, alejándonos de el único fin que todo ser humano debería encontrar: La paz interior.

La paz interior, es lo más bello que podamos encontrar, y está se encuentra, haciendo la última y la más difícil de las elecciones, el amor sobre el miedo. Y creo, que muchos andamos perdidos en ese camino, pero que una vez empezado, habrá momentos y regalos como está canción, que aquellos a los que nos dieron el castigo de una intensa emocionalidad, también nos regalaron una grandiosa sensibilidad, que sentir el infiero también me da derecho a tocar el cielo.

Gracias Goldfrapp.

La letra de la canción, está por ahí, sería fácil copiarla, pero mejor que cada uno la lea, por si mismo o simplemente se deje llevar por ella y la sienta a su manera.

 

 

 

Frases absurdas sobre la gordura.

“Estar gordo es indefendible e innecesario. La obesidad es una elección personal que provoca un coste extra para todos los ciudadanos, ya que los gordos son ingresados más a menudo en el hospital, ya sea por diabetes, problemas respiratorios, etc.”  Extraido de aquí:

http://cultura.elpais.com/cultura/2012/01/31/actualidad/1328026312_166358.html

Es imposible ser elegante y estar gordo

http://www.elmundo.es/magazine/2003/214/1067609875.html

Con esas dos perlas es suficiente para darnos cuenta de hacia donde vamos, es decir, el nuevo canon no es estar delgado, es proclamarlo, hacer como máxima de la estética le delgadez Aunque yo lo utilice en muchas ocasiones, pero ¿tiene sentido decir estas cosas únicamente para salir en los medios? (creo que esto debe ser el único motivo), realmente no y es ahí donde los medios tienen una responsabilidad, pero también se venden a frases de este tipo, para obtener más ingresos vía publicidad.

El primer enlace iba más allá, decía que las mujeres deben utilizar su belleza, para conseguir lo que quieren y conozco alguna busca-ricos, digo alguna, porque es una mujer que se ha servido de esa herramienta para tener la vida resuelta y vivir holgadamente, su preocupación: su cuerpo.

Aunque realmente no tendría tampoco demasiados problemas en ser un mantenido. La verdadera libertad es hacer lo que queremos hacer, independientemente de los condicionamientos sociales (siempre dentro de la legalidad) esa dicotomía entre lo bueno y lo malo, es nefasta, hay muchos grises.

He estado en Londres por trabajo, durante un par de días y he visto horrible la forma de vestir de muchas personas, podría haber hecho fotos, subirlas y despotricar, que me gusta, pero realmente hay que distinguir entre mis gustos y preferencias y la de los demás.

La elegancia es más pose que una prenda de vestir, por mucho que se empeñen en demostrarnos lo contrario. Y aunque cuando leo el vanity fair, disfruto mucho, no quita, que no debamos respetar a las personas por lo que son, que más lo que piensan, que lo que visten y aquí, para «evolucionar», vamos hacia lo contrario.