Nunca y siempre

Estoy escuchando Madsi de Troels Hummer, me parece una canción preciosa. Una de las mejores inversiones que he hecho es  Spotify Premium el disponer de toda la música sin anuncios y poner un disco a sonar, sin miedo a interrupciones, que fluya por si mismo.

Son las 8.40, tengo que ir a un vivero por abono para las orquídeas, me traje dos tallos de una que había en el trabajo y me gustaría que estas sí crecieran, rompiendo esa  suerte extraña que tengo con las plantas. Aquí empiezan los nunca, porque pienso que nunca tendré suerte con ellas, lo cual no es cierto. Mis polaridades son síntoma de un desequilibrio emocional y según acabo leer en El País, lo mejor para esto es la sicoterapia , a la cual ya voy desde hace 7 años. No sé si ha habido mejoría, o tal vez es otro placebo. En cualquier caso me ha servido para detectar determinados puntos:

  1. Rara vez nunca es nunca y siempre es siempre.
  2. Muchas veces utilizo poder en lugar de querer. No es que no pueda quedar contigo a las 7 para tomar café, es que no quiero, prefiero hacer otros planes o quedarme en el trabajo en una reunión. Dado que  puedo levantarme e irme, dejar lo que estoy haciendo, nadie me está apuntando con una pistola.
  3. Tenemos dos partes, la esencia y la máscara, la mayor parte de lo que hago lo hago para ser aceptado, desde una máscara que poco tiene que ver con mi esencia.
  4. Las cosas que hacemos sacan lo mejor de mi mismo o no. Criticar a un compañero ¿saca lo mejor de mi mismo? ¿sirve para algo constructivo?. Y  sí, a veces es divertido.

Creo que son 4 aprendizajes que me han resultado bastante caros, y que cualquiera que lea este blog y los integre, se habrá ahorrado mucho tiempo y dinero.

Ahora me haré otro café, mientras la música sigue sonando, me acuerdo que le primer Buddha Bar que descubrí, se lo compré a un mantero  en la plaza de la Merced, fue el número V, que aún así para mí sigue siendo el mejor de todos ellos. Estaba con una amiga, una amiga de ésta, a la que no soporto, en un bar que se llama Calle Bruselas. Esas noche me quedé  a dormir en casa de mi amiga, desde donde al levantarme se ve todo el mar, esa inmensidad azul, teñida de plata viva por la mañana.

Ahora ha pasado tanto tiempo, no me quedaría a dormir en casa de esta amiga, pues se ha casado con alguien que no me gusta, llevo muy mal a los destructores verbales, sutiles a veces,  agresivos otras, son muy difíciles de detectar,  ella piensa que él puede cambiar porque en ocasiones está calmado, como si un lobo se pudiera domesticar o estar en el ojo del huracán nos  diese algún tipo de seguridad.

 

Música para un cuatro

El arte me llama la atención, nunca me he visto con dotes para esto, pero siempre y creo que lo habré puesto por aquí el arte me evade y me gusta…y la música es una de las artes que más me interesa. Tengo fijaciones con determinadas canciones…

Las letras me llevan mucho y sobre todo al final terminas identificando a otros cuatros, entre ellos Alaska que creo que es 4 social y Nacho Canut, con el que compartimos eneagrama y subtipo siendo un 4 sexual por lo poco que he oído (esto me baso en lo que he visto que no es mucho, por lo que puedo equivocarme)

Quizás su canción más conocida, «A quién le importa» es un himno a la diferencia, nuestra mayor trampa pretender ser diferente, olvidándonos que somos únicos,  intentar decirle al mundo que nos nos importa, cuando nos morimos por ser aceptados…

Para fijaciones el amor y como nos gusta sufrir, Amy Winehouse «Love is a loosing Game».  El amor es un juego en el que se pierde. Y es qué sufrir parece ser divertido, esa sensación de alcanzar el cielo vía sufrimiento o el infierno…

Volvemos a Fangoria… Solo me llama quié no tiene que llamar, solo me quiere quien no me interesa ya… Claro, no nos interesa lo que ya tenemos, porque no es válido, nuestra sensación de ser incorrectos, nos hace despreciar lo que tenemos, porque si lo tenemos también es incorrecto…

Ahora nos vamos a otra Adele, a la cúal le tengo bastante tirria a pesar de la voz de la muer por lo siguiente… (hasta a mí me da pereza)

Never mind, I’ll find someone like you
I wish nothing but the best for you two

No importa, encontraré alguien como tú, os deseo lo mejor a los dos… A ver queridos, si no funcionó, ¿para qué quieres uno/a igual? Pues eso cuando estamos insanos, y encontramos a alguien que merece la pena lo alejamos… y cuando se aleja lo echamos de menos ¿neurótico no? Pues la única forma de salir de aquí es darnos cuenta…

Y para terminar, pensar que si hasta Alaska y Nacho han sacado canciones positivas, nosotros también podemos ser algo más optimistas… ¡No quiero más dramas en mi vida!

Perderme el aquí y ahora.

Tomar vino en una bodega en La Rioja a pesar de que no me guste el vino especialmente, la diferencia: estar con quien quiero. Resultó una experiencia muy agradable. Es difícil para un 4 como yo dejar la artificilidad y relajarme en reuniones sociales, estoy a alerta de como van los otros, que miran, gestos, ropas y crearme perfiles de cómo son.

Esto me evita la experiencia real, el probar el vino. El como los 4 vinos, precisamente 4, era diferentes, las sutilezas del los sabores o incluso de los colores, yo que pienso que estoy muy capacitado para el arte, me encuentro que cuando «tengo que» hacerlo, no lo hago.

Las obligaciones no son lo mío. Con lo fácil que es dejarse el vino en la boca, saborearlo un poco y sentir como baja por la garganta, ese podría ser mi estado natural, me encuentro evadiéndome en un mundo imaginario que creo que me enriquece más, pero para eso tendría que escribirlo y dar consistencia a ese mundo imaginario a través de las palabras, crear el libro.

También es cierto que ahora da todo un poco más igual, que en la vida, como en el arte, el cariño es lo que le da la fuerza, Wilde siempre estás cerca, porque mi interés es Jaime, estar cerca de él, poder abrazarlo y quererlo, despertarme con él y sentirme respetado. El 4, encuentra el amor, lejos del 7, por primera vez, estoy con alguien con el que podría vivir.

De todas formas, el puzzle, está delante de mi, las formas de encajar las formas, son diversas, puesto que la vida es abstracta casi siempre y en función de cómo pongamos las piezas, nos dará un cuadro u otro, más vivo, más muerto, más suave o anguloso, pero soy yo el que al poner las piezas decido la obra de arte final, que es mi vida y lo mismo ocurre para cualquier  otra persona, ¿cómo ponemos las piezas en cada momento, en cada instante, cada día y cada hora para que al final el puzzle sea una majestuosa obra de arte? Y el arte debe ser personal, la mirada final de nuestro cuadro, de mi cuadro, lo único que debe decir es: Obra de David y ningún crítico de arte podrá nunca decir que no es mía.

Orquídeas y Gardenias

Estas son las dos plantas que compré el pasado domingo en Ikea, donde compré un sofá por 400 euros al cual ya no le funciona la cama… Lo no barato, a veces también sale caro.

Ambas tienen flores blancas, la pureza, la de las gardenias, huelen, también tengo una pobre dalia, que tiene que renacer cada dos por tres, por culpa de los pulgones, aunque la rescato, los pulgones son como la Navidad, siempre vuelven. Intento escuchar, pero solo es el teclado lo que suena, algún coche, son las 6.12 y el vacío exterior concuerda con la ausencia de emociones en el interior. Ser emocional sin emociones, es como un sol frío, raro y descolocado. Escucharme poner la taza con el dibujo del gato sobre la mesa, como intento que vengan palabras que no vienen para escribir un post, rara vez escribo así, es algo novedoso. La araña se pasea por su tela pensando que encontrará comida, y lo que se encuentra es con un escorpión, batallas absurdas, porque en las batallas a vida o muerte, ¿quién gana? ¿El que termina matando o el que encuentra la paz? Más allá de lo correcto, de la etiqueta mental, todo queda simplificado a la ley «los fuertes sobreviven, los débiles mueren»  y cabe recordar que las cucarachas sobrevivirán a nosotros.

Y ahora, si alguien lee el post, pensarán que soy negativo y pesimista, y quizás tenga razón, pero todo lo anterior es verdad, al menos mi verdad y por lo tanto es realista, y no es que tenga una afinidad por el realismo, porque es mortalmente aburrido… pero pregunta para optimistas, para 2,3,7 ó 9 de enagrama ¿para que os sirve pensar que podéis volar si nunca tendréis alas?

No son los optimistas los que cambian el mundo, porque pensáis que todo está bien, son los pesimistas, aquellos que vemos el infierno, los que intentamos ¿intentan? salir de él.

Placeres efímeros en mundos oscuros, estrellas gigantes cerca de agujeros negros, esto es el pesimismo, también las posibilidades de que la estrella acabe con el agujero y los placeres den luz al pasarse de uno a otro, porque como dijo Buda, una vela puede encender a otras cien sin perder su luz.

gardenia

Foto : https://es.pinterest.com/pin/491103534346675343/

 

 

Eneagrama 4, La vergüenza

Ayer estuve en un curso que mezcla la expresión corporal y sicoterapia, se llama bodyconcept, mi interés:  dejar atrás la vergüenza.

Abandonar esta sensación de que lo que voy a hacer no está a la altura es una prioridad en mi vida. La vergüenza es de los comportamientos más limitantes que tenemos  y que curiosamente desde pequeños nos obligan a cultivar como si la vergüenza fuese algo valioso,  frases como ¡no tienes vergüenza! me recuerdan que estoy o que soy algo malo.

Y así estoy pensando que hacer el ridículo, es de las cosas que peor puedo hacer, cuando casi lo peor que puedo hacer es obligarme a hacer aquello que no me apetece y negarme a hacer lo que me da placer y esto, puede ser hacer el tonto en un determinado momento, renunciar a algo, solo por miedo a que los demás piensen que somos no válidos me lleva a la siguiente pregunta ¿cómo lo vamos a conseguir sin intentarlo?

En el eneagrama existen 3 subtipos, social, sexual y conservación. Donde nos movemos en uno y todo apunta en mí a 4 sexual. Pero dentro, de estos está el 4 social  al que Claudio Naranjo en el libro 27 formas en busca del ser, llama vergüenza, ¿casualidades de la vida?.

Librarse de la vergüenza es complicado,pero vivir con ella te amarga. Yo.

Aquí esta la elección, el permitirme ser yo, o el permitir que tú me definas, la vergüenza no tiene que ver con el respeto a los demás, si con el respeto a mí mismo, las líneas en la vida no son como las de un Mondrian, fijas y rectas, son sutiles y aquí radica la elegancia, otro de mis intentos, en el fluir entre una cosa y la otra, pero siempre respetándome a mi mismo, y siendo asertivo para poder decir no, sin miedo a que dejes de quererme, porque el amor, aunque nos empeñemos en tratarlo con un maravilloso y frágil cristal, tiene poco de frágil cuando es real y mucho menos de maravilloso, porque es nuestro estado natural, al menos, al nacer.

Y ahora, yo

Si miro atrás este año que pasa, no sé porque escribo esto el 25 de Febrero, aunque el 25 siempre ha sido mi número favorito ha sido movido, creciente, expansivo.

Jaime ha sido un pilar, siempre ando buscando bastiones, muros de contención que me protejan un parte, para poder expandirme sobre otras áreas y al menos en lo emocional me da una estabilidad y una sensación de incondicionalidad que me hace sentirme

Aceptar que este trabajo no es para mí, desapagarme de él, ya no te quiero y si te pierdo, tampoco va a ser nada grave, no será felicidad pero sí liberación.

Aceptarme un poco mejor, soy serio, no me gusta hacer ruidos, teatro, esta batalla de teatrillos terapéuticos, me han servido para una cosa, darme cuenta que no quiero hacerlos y que no pasa nada si es así, primero he de respetarme a mi mismo y sobre todo hacer lo que quiero, ganar en independencia y dejar de prostituirme y creo que por fin lo estoy haciendo.

Yo quiero esto, tú esto otro, no tenemos que ceder ninguno de los dos y tampoco sentirnos culpables por ello, al menos esto en términos de amistad.

También es verdad que hace poco más de un año que me mudé a mi piso actual y esto si supuso un cambio, junto con la ortodoncia, que casi hace otro año, por lo que si ha sido un año expansivo, el cual acaba con una sonrisa más bonita que cuando empezó, con una compañía más agradable, un mejor físico gracias al gimnasio  y unas mayores esperanzas, porque ahora si siento que puedo hacer más que no puedo.

El Sol, van Gogh
El Sol. Van Gogh

 

 

Como títere sin cabeza.

Es rídiculo pensar que un mal justifica otro, que el robo justifica el hurto, porque es un «mal menor» y en estos tiempos vivimos, una lucha desde una radicalidad gótica, por lo oscura, una predisposición al exhibicionismo de la fuerza, el insulto sin gracia y la decadencia de la inteligencia.

Me sorprenden la delicadas formas de las piedras de los ríos, hasta ellas se vuelven menos toscas por el paso del tiempo, pero nosotros no, seguimos con los mismos ángulos obtusos.  Mi sicoterapeuta siempre intentó llevarme al centro, porque en los extremos, existe o la genialidad o la perversión, entendiendo como perversión, el olvidarse de uno mismo, la peor de la prostitución posible, vender nuestra alma, para convertirnos en los pensamientos ajenos.

Y aquí estoy yo, impertérrito, viendo que quizás no sea tan radical como pensaba, que no estoy entre negros y grises con algún color encerrado, que la exclusividad de la radicalidad ya no la tengo, ni la tuve, que a fin de cuentas, me muevo mucho más en la normalidad, en lo vulgar, en lo corriente y lejos de asustarme me reconforta, ¿quién quiere ser títere sin cabeza? ¿quién quiere ser la reina de corazones? Yo no, porque si para ello he de dejar de ser yo, para convertirme en tú que estas leyendo esto, no tiene ningún sentido, porque aunque lo he intentado con fuerza, no puedo dejar de ser yo mismo, porque hay batallas que solo ganamos cuando nos rendimos y otras que incluso ganamos, cuando perdemos, porque ganar es casi siempre, perder en alma para ganar en ego.

 

Medusa frente al espejo.

¿Qué pasaría si Medusa se mirase en un ataque de vanidad en un espejo? Se convertiría en piedra, pues eso es lo que ocurre contigo vanidad, es un pecado mortal, sobre todo para el que la sufre.

En estos tiempos donde Instagram se convierte en un escaparate de selfies y filtros, con posturas imposibles típicas de contorsonistas avezados. La belleza es una tirana, porque te subyuga y aunque la poseas, te abandonará.

La inteligencia permanece, pero difícilmente deslumbra si no va acompañado de otro  componente, el poder. Al poder no encuentro como calificarlo, creo que es el más pernicioso de los dones, la peor de las virtudes y quizás el mejor de los defectos.

Pero volviendo a ti vanidad, al espejo, que tarde o temprano se rompe y al que encuentro interesante, por ser mi ala en el eneagrama,  ¿qué hacer cuándo me he convertido en un escaparate que ni yo tan siquiera quiero comprar?

Esta es mi pregunta existencial ahora, Wilde dijo que la mayor parte de la gente solo existe, esto es todo.

Nos hemos vuelto un escaparate intentando ser guays, deslumbrar,  pero no se puede deslumbrar entre tanto brillo y corona, tanto intento de reina y tan poca introspección del hermitaño, mostrarse continuamente como lo mejor que se puede engañar, es simplemente subirse a un escenario, dónde al final se apaga la luz y solo queda oscuridad, porque la VIDA en mayùsculas, es esencia y la esencia no puede estar en pretender ser lo que no se es.

Bendita desidia

Y entonces nada importa, me olvido de la trascendencia y miro la vida desde otra perspectiva, quizás sea J. Pero todo empieza a no importar, porque la vida es corta como para que nos importe que ocurre en ella. Ahora sé que perder el tiempo en un trabajo que no me apasiona, no tiene sentido, también que la vida no tiene que tener sentido, que la búsqueda del mismo es un intento de controlar el caos, como si el caos fuese más pequeño que nosotros, como si nosotros pudiésemos o ni siquiera intuyésemos la expansión del universo, intentamos controlar nuestra vida, que ni siquiera es nuestra porque nos fue dada, por Dios, por la Naturaleza o la Santa Genética de nuestros padres.

La vida, se desmorona continuamente, castillos de arena en una playa, la imagen es siempre bonita, si  la imaginamos o creamos ahí, horrorosa, si vemos rascacielos derrumbarse, solo el niño vuelve a construir otro castillo, el adulto, mira imperterrito y furioso la caída.

Es imposible ser feliz, haciendo equilibrios, porque hay que encontrar felicidad en la caída, y esto es lo que no somos capaces de aceptar, que derrumbarse puede ser tan bello como alzarse, que renacer como el Fénix, puede ser tan bonito como arder frente al espejo. Porque todo es un juicio mental, una etiqueta que ponemos, con un juicio posterior, bueno, malo, regular, todo creado por nuestro ego que se cree poderoso y que con suerte es junco durante el tornado.

Creo que la transformación ha empezado, porque la desidia y el aburrimiento se han instaurado y ahora, la energía se centra en ser yo, porque ya no puedo y tampoco quiero, ser otra cosa.

 

Renunciar a herencias.

Hoy es el día de los santos difuntos, aunque oficialmente es mañana, se celebra hoy, día para llevar flores a los cementarios, recordad a aquellos por lo que somos quienes somos, ya sean desde una perspectiva genética, abuelos, padres, madres, abuelas, o sicológica amigos y familiares no directos.

Y reflexiono, soy lo que soy por ese árbol genealógico, del cual reniego en parte, mi nombre es compuesto, he obviado el primero siempre, que es el de mis dos abuelos, quizás para intentar romper con un pasado, que me formó genéticamente y que sí las características sicológicas se van pasando también de generación de generación, también quiero romper. La mediocridad de mi antepasados ha de ser rota para llegar a tener éxito. Esto es un gran conflicto, porque soy lo que soy también gracias a ellos, ¿cómo superar los límites familiares? Era de esperar de mí que fracasase, que viviese en la simpleza, en lo sencillo, pero entonces, me visitó una maldición, la envidia, el 4 de eneagrama, la comparación continua pero no inmovil, dinámica que me hizo luchar, y me dijo, – ahora vamos a cambiar el destino, en parte, vas a tocar otros puntos, saborearás el éxito, pero tampoco te vas a bañar de lleno en  él, vas a tocar el cielo con los dedos, pero no podrás caminar por las nubes. Y aquí estoy, con casi 40 años, una vida profesional media-alta,  una vida emocional que es un desastre,  no soy capaz de encontrar pareja,  y esto también se ha dado bastante en mi familia, por ambas partes casi todo es disfuncional en términos de relaciones, habiendo varias «solteronas» y yo al ser gay, también puedo meterme en el grupo de las  mismas. Se repiten las historias familiares, quizás la mística tenga razón, quizás haya herencias familiares de las cuales es muy dificil renegar porque las aceptas solo por nacer.

Hubo una persona muy especial, mi tía, tita, ella creo que fue la pieza angular, el reflejo mío en el espejo, ella era Josefa, se llamó Pepi, yo renuncié al nombre,  el suyo fue transformado, ella me regaló enciclopedias, me decía que era listo, me quería, me escuchaba,  ella con su regalo de la máquina de escribir, con decir que era inteligente, cambió lo que de mi historia familiar se esperaba. Pero me fue arrebatada por el cáncer. Junto a mi madre, mi tía y mi perro, al que sacrifiqué y con ello tome la decisión más dura que tomado nunca, forman ese triangulo de seres que han creado mi universo emocional.

¿Cómo renuncio a esta herencia de historias infelices, de sumisión por un pasado que pesa, de lazos a la sencillez, cuando soy barroco? Si tuviera un hijo, no creo que le pusiese jamás el nombre de un antepasado, me gustaría que partiese de cero, con las infinitas posibilidades, sin un un futuro marcado, sin un «te llamas como tu, nombre de un familiar» porque eso creo que condena, lo común con mis dos abuelos, es una frialdad, una incapacidad de mostrar mis emocionaes fácilmente, recuerdo a mi abuelo materno, con su sofá, era su sofá y nadie podía utilizarlo.

Sin embargo como en la bella duermiente, alguién rompió la frialdad, porque a veces los terremotos hacen caer las sólidas estructuras que obligaban al mantenimiento de una geometría estricta y aquí estoy con un futuro por delante que creo que sí es capaz de romper con un pasado que ya no quiero. Yo D, renuncio a ti M, quiero poder expresar mis emociones, llegar donde realmente quiera, ya sea a ser profesor de yoga o director de algo, renuncio al gris, al marrón, para reclamar al amarillo.