La maldad

Una guerra puede ser justa, no siempre ambos bandos son iguales, los que defienden unos ideales basados en la igualdad y libertad, están muy por encima de los que pretenden arrebatar esos derechos que son siempre nuestros, simplemente por el hecho de haber nacido. Una de esas fuentes de maldad es la religión, es una batalla silenciosa, pero ni se basa en la igualdad, ni mucho menos quieren dejarnos libres.

El último exabrupto ha provenido de la religión musulmana,  como la mayor parte o todos en los últimos tiempos,  los que piensan que la religión no tiene nada que ver, por desgracia están equivocados, sin ella, esto no habría pasado, habría otras guerras, por el petroleo, por un territorio, al final, por dinero, puesto que el dinero, es otra religión, el consumismo, es la religión con más seguidores que tenemos en la actualidad.

Soy creyente, no sé en que exactamente, pero la idea de un Dios, desconocido por mí, me reconforta, pero este Dios, no tiene nada que ver con interpretaciones que intentan arrebatarme la libertad, diciendo que es lo que hay que hacer y que es lo que no, en lo que si estoy de acuerdo con ellas es en intentar amar al prójimo, por muy hijo de puta que sea este. Puesto que el odio, es la oscuridad, donde andamos ciegos, el amor es la luz, y solo la luz puede acabar con esa oscuridad que nos amarga e invade.

Cuando vi las fotos en algún periódico, vi que es el amor lo que siempre marca la diferencia, la gente que se ponía a ayudar a otra gente, la gente que va a donar sangre, es el amor, el que siempre marca la diferencia, es el que mantiene la esperanza de que una ciudad vuelva a ser la que era, la que hace que tengas ganas de levantarte cada mañana, pero las religiones, y el capitalismo es una de ellas,  lo atacan, las primeras diciendo como hay que amar, cuando el amor es libre, la segunda, nos dice primero el dinero, luego vendrá el amor, como si este, que siempre es pobre en el sentido físico, porque nada se puede esperar, tuviese algo que ver con él.

Hoy gente llena de odio, no pienso hablar de vulgares asesinos montados en furgonetas, a esos no pienso dedicarles tiempo, habrá otras personas llenas de odio, que clamarán contra otras personas, buscarán responsables, utilizarán, como han utilizado el lenguaje como arma arrojadiza, y se olvidan, de que alimentar el odio, es darle alas a la maldad, que se nutre de lo peor de nosotros, de nuestra sombra, no pensemos que si sembramos odio, recogeremos otra cosa.

Quiero dar las gracias a esas personas que están ayudando de verdad, que ayer ayudaron, porque son ellas las que marcan la diferencia, las fuerzas de seguridad igualmente que velan por nuestra libertad. Y solo tenemos que recordar, que el amor siempre ganará, porque el odio, es siempre autodestructivo.

 

Coruña

Acabo de pasar estos días en Coruña, una ciudad que estéticamente me ha dicho nada, y gastronómicamente, mucho. Igual que no fui capaz de encontrar algo que me dijera aquí me gustaría vivir, no hubo un sitio donde comiera que dijera aquí no podría comer. El estómago versus el sentido de la belleza.

Nos hizo buen tiempo,  ayer ya empeoró bastante, el clima supongo que es como el caracter asociado a los gallegos que no se sabe si va o viene. De todas formas, como Logroño, es una ciudad en la que no me gustaría vivir el gris puede ser elegante pero el cielo de mi Málaga, es como un zafiro en medio de un montón de baratijas. Y supongo que a los gallegos, le gustara más Galicia, es normal, porque al final, no son las vistas, son las percepciones, son las emociones, las que determinan donde queremos vivir.

También estuve en Redes, me tomé un Bloody Mary en la casa donde Almodóvar grabó Julieta, cosas pintorescas que se te presentan, pero hay que socializar y sigo pensando que eso no es lo mío, y que por ello, profesionalmente no voy a llegar lejos. No se puede llegar lejos en un país donde para triunfar es necesario ser enchufado. Luego comimos en una casa contigua, unas escaleras bajan al mar cuando la marea está alta, no a la playa, al mar, podrías sentarte y que tus pies toquen el agua, es una de esas maravillas que un «desarrollo» inmobiliario  atroz hizo en su momento, pero que hacen que los afortunados disfruten de una maravilla posteriormente, los anfitriones fueron encantadores, la comida buena.  Me sorprendió que dos personas llegaran en un kayak, subieran a casa, se tomaran un café mientras los dueñios estaban echándose la siesta y se marcharan. Este grado de confianza, me extranó y al mismo tiempo me maravilló, como cuando estas malo en la infancia y tu madre se pasa para ver como estás, un grado de confianza infinito, de saber que pase lo que pase, estarán ahí.

Pornografía elegante

Estoy  matando el tiempo, nunca mejor dicho  y me ha surgido una duda, en alguna ocasión he mandado alguna foto mía desnudo y me surge esta pregunta ¿Puede el porno ser elegante?¿Puede un miembro viril, una vagina abierta, ser elegante? Y creo que no, que la elegancia es sutil, la pornografía es explícita y clara, es como pretender que un Mondrian sea curvo, un imposible.

Sin embargo recuerdo cuando leí Teleny, partes adjudicadas a Wilde o al marqués de Sade, que en algunos momentos parecía que aquello estaba bien escrito, por lo que en la literatura quizás si quepa esa posibilidad, al final como decía Wilde, los libros están bien o mal escritos eso es todo. Pero lo visual es distinto, ¿o no?, la claridad, lo obvio mata el misterio y al final ¿qué es una vida sin misterio? ¿qué es una vida donde reinan las matemáticas y dadas unas consecuencias, el resultado será el mismo?

Es mejor entregarse al caos, aunque a veces, la pornografía llegue al arte como con Pollock, y tengamos esa obviedad y esa vulgaridad entretenida que es la pornografía, pero solo a veces, porque el misterio y lo sutil, al final son los elementos que me gustan que dirijan en mi vida.

 

Frescor

Ayer llegué de Málaga a Madrid, pasé de la playa a un calor infernal, la casa era un horno, el calor me agota, no lo encuentro útil. No dormí bien, pero hoy abrí las ventanas y corre algo de aire fresco, al final todo es contraste, valoro el frescor, la corriente que entra por la ventana y mueve las cortinas, porque ayer me sentía asfixiado. Son los contrastes los que delimitan la vida, son las comparaciones las que dan un significado. Los ojos se me bajan, como lo hacen las persianas en una calurosa ciudad al medio día y son solo las 10, tampoco me espera nadie ni hay nada que ver en Netflix como para que aguante.

Abandono

Abandoné este blog, porque ya no tenía sentido, durante unos 90 días me obligué a escribir todos los días, porque pensaba que la creatividad así se haría más fuerte, no ha sido así que yo sepa.

Abandonarse puede parecer mal a primera vista, pero es positivo, debemos abandonarnos a la vida y a la muerte, abandonarnos a la experiencia de estar desnudos en el mar como estaba yo ayer. ¿No es acaso abandonarse totalmente, la experiencia más vital?. La lucha, se ve como algo positivo, pero cansa estar siempre con espadas en alto, no descansas. Estoy cansado.

Estas vacaciones estuvo J. en Málaga, una semana intenté no hacer planes, porque no puedo más con una vida planificada en contra de mis gustos. Tener planificados todos los fines de semana del mes siguiente me agota, el hoy quedamos con A y mañana con B, el venir a Málaga y como la vez anterior no quedé con C quedar con D. Es esto la peor prostitución posible, pues no saco rédito alguno, saco mi hartazgo.

Sin embargo, si no hay planes, no me frustro, quedo si podemos, me entrego a una libertad diferente, a la del azar, ¿no es acaso así la vida? Puro azar. Si Dios existe, todo es su voluntad por incomprensible que nos parezca, si no existe y  la muerte es el fin de todo, el caos es aún mayor, porque el fin definitivo puede estar a un paso de cebra de distancia. Nos movemos en una aleatoriedad divina o fortuita, pero aleatoriedad al fin y al cabo.

Es hora de izar las velas, porque resistirse es inútil.