Si miro atrás este año que pasa, no sé porque escribo esto el 25 de Febrero, aunque el 25 siempre ha sido mi número favorito ha sido movido, creciente, expansivo.
Jaime ha sido un pilar, siempre ando buscando bastiones, muros de contención que me protejan un parte, para poder expandirme sobre otras áreas y al menos en lo emocional me da una estabilidad y una sensación de incondicionalidad que me hace sentirme
Aceptar que este trabajo no es para mí, desapagarme de él, ya no te quiero y si te pierdo, tampoco va a ser nada grave, no será felicidad pero sí liberación.
Aceptarme un poco mejor, soy serio, no me gusta hacer ruidos, teatro, esta batalla de teatrillos terapéuticos, me han servido para una cosa, darme cuenta que no quiero hacerlos y que no pasa nada si es así, primero he de respetarme a mi mismo y sobre todo hacer lo que quiero, ganar en independencia y dejar de prostituirme y creo que por fin lo estoy haciendo.
Yo quiero esto, tú esto otro, no tenemos que ceder ninguno de los dos y tampoco sentirnos culpables por ello, al menos esto en términos de amistad.
También es verdad que hace poco más de un año que me mudé a mi piso actual y esto si supuso un cambio, junto con la ortodoncia, que casi hace otro año, por lo que si ha sido un año expansivo, el cual acaba con una sonrisa más bonita que cuando empezó, con una compañía más agradable, un mejor físico gracias al gimnasio y unas mayores esperanzas, porque ahora si siento que puedo hacer más que no puedo.